Nuestro cuerpo consigue la energía que necesita a partir del azúcar (glucosa) que contienen los alimentos. Para ello es necesaria la presencia de Insulina, que es una hormona que segregan las células beta del Páncreas.
La Diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presencia de niveles altos de glucosa en sangre (Glucemia) como consecuencia de un déficit en la producción de insulina o porque el cuerpo no es capaz de usarla.
La Glucemia es el nivel de Glucosa circulando en Sangre. Esta concentración se mide en miligramos de glucosa por cada decilitro de sangre.
Acción de la Insulina
La glucosa, tras la digestión, llega por la sangre al resto del organismo, fundamentalmente a los músculos. Sin embargo, los músculos necesitan de la INSULINA que, a modo de llave, permite la entrada de la glucosa en las células.
Diabetes Tipo I
DEFINICIÓN
Es una enfermedad autoinmune y metabólica que se caracteriza por la destrucción selectiva de las células beta del páncreas que provoca una ausencia total de Insulina, implicando unos niveles altos de glucemia (Hiperglucemia). Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es el tipo más común en niños, jóvenes y adultos jóvenes.
SINTOMATOLOGÍA
Este tipo de Diabetes suele debutar con las manifestaciones clínicas de la “triple P” (polidipsia, polifagia y poliuria), pérdida de peso y otras manifestaciones de menor importancia. Suele tener un comienzo brusco con abundante sintomatología.
Diabetes Tipo II
DEFINICIÓN
Se caracteriza porque, aunque el páncreas produce insulina, el organismo no es capaz de utilizarla de manera eficaz. Este tipo es el que afecta al 90-95% de las personas con diabetes. Es la forma más común en los adultos y ancianos, aunque puede aparecer en niños y adolescentes. Tiene un componente hereditario importante y está muy influenciada por los hábitos de vida
SINTOMATOLOGÍA
Frecuentemente la persona no nota síntomas, por lo que se diagnostica después de algún tiempo de padecerla sin saberlo. Es una enfermedad progresiva, puede ocurrir que el páncreas se agote y segregue menos insulina de la necesaria.
Medición de la Glucemia
GLUCEMIA CAPILAR
El control de la glucemia se realiza extrayendo una gota de sangre de la yema de un dedo de la mano, con la ayuda de un glucómetro, y colocarla en una tira reactiva que previamente se ha colocado en el medidor, que nos dará el resultado en unos segundos.
GLUCEMIA INTERSTICIAL
El control se lleva a cabo a través de un sensor que el paciente tiene insertado, que recoge y almacena los valores de glucosa en el líquido intersticial. El sensor ofrece información de la tendencia de los valores por medio de gráfica en la pantalla del lector y flechas de tendencia. También incorpora alarmas que avisan ante hipoglucemias e hiperglucemias. La medición también se puede llevar a cabo con un teléfono móvil, a través de una aplicación.
La Insulina
Las insulinas disponibles en el mercado se clasifican según la duración de la acción.
Inicio de acción: Es el tiempo que tarda la insulina en llegar al torrente sanguíneo y comenzar a reducir los niveles de glucosa en sangre. Acción máxima o pico de acción: Es el momento en el que la insulina alcanza su máxima potencia en reducción de la glucemia. Duración: Es el tiempo que la insulina mantiene su acción de disminuir la glucosa en sangre.
TIPO DE INSULINA: Rápida, Intermedia, Lenta, Mixta
Conservación de la insulina
La pluma que está en uso debe guardarse a temperatura ambiente porque la inyección con insulina fría puede ser más dolorosa de lo habitual. La insulina a temperatura ambiente dura aproximadamente un mes. Las plumas que no estén en uso deben conservarse en el frigorífico. Nunca en el congelador. Evitar temperaturas extremas. Chequear la fecha de caducidad y que tenga un aspecto normal antes de administrarla.
¿Dónde inyectar la Insulina
¿Dónde? En tejido subcutáneo, por debajo de la piel. Rotar las zonas de inyección, la velocidad de absorción varía según la zona.
Zonas dónde se puede administrar la insulina: de MAYOR a MENOR absorción
ABDOMEN
BRAZOS
MUSLOS
GLÚTEOS
Cómo inyectar la Insulina
Lavarse las manos con agua y jabón. Ajustar la dosis a administrar. Inyectar la insulina por vía subcutánea: Esperar 10 segundos antes de retirar la aguja. Retirar la aguja. Presionar con algodón limpio y seco sin frotar.
¿Cuándo administrar la Insulina? La mayoría adultos se deben inyectar insulina varias veces al día: INSULINA DE ACCIÓN RÁPIDA: antes de cada comida principal (desayuno, comida, merienda y cena) INSULINA DE ACCIÓN LENTA: una o dos veces al día