La vida sedentaria ayuda al envejecimiento precoz y el riesgo de aparición de numerosas enfermedades. ( Fracturas óseas, osteoporosis, diabetes, incapacidad funcional …).
Una inmovilidad prolongada produce cambios en los diferentes órganos y sistemas del cuerpo, siendo los más afectados el sistema cardiovascular y el musculo-esquelético.
El sedentarismo en edad adulta aumenta el riesgo de padecer fragilidad en la vejez.
La fragilidad es un síndrome geriátrico que sufren sobre todo las personas mayores y que se caracteriza por:
- Pérdida de peso,
- Pobre actividad física
- Cansancio
- Marcha ralentizada.
- Incapacidad para realizar ABVD ( actividades básicas de la vida diaria).
La fragilidad es invalidante porque puede provocar caídas y problemas de salud que deriven en ingresos y reingresos, además impide desarrollar tareas cotidianas.
¿Cómo evitar el sedentarismo en personas mayores?
Salvo en los adultos mayores con discapacidades y enfermedades crónicas, que precisan recomendaciones especiales, se aconseja:
- Evitar la inactividad: cualquier cantidad de actividad, por pequeña que sea, siempre será beneficiosa.
- Es importante adaptar la cantidad y el tipo de actividad en relación con la edad y con la forma física de partida de cada persona.
- Es conveniente distribuir el tiempo dedicado a la actividad física entre todos los días de la semana, o al menos en 3 días a la semana.
- Para mantener la salud y prevenir la incapacidad es importante realizar por lo menos 2 días a la semana actividades de mantenimiento o incremento de la fuerza muscular.
- Deben fomentarse los ejercicios de equilibrio (estático y/o dinámico), al menos 3 días por semana, sobre todo en las personas con riesgo de caídas.
- Los ejercicios de flexibilidad también están recomendados, con la finalidad de mantener la movilidad articular.
- La progresión gradual del tiempo de ejercicio, de la frecuencia y de la intensidad es recomendable para mejorar la adherencia al ejercicio y para minimizar los riesgos.
Los profesionales indicados para guiar estas actividades de prevención del sedentarismo y rehabilitación de las capacidades funcionales de la vida diaria en las personas mayores son los FISIOTERAPEUTAS.